Nada está definitivamente perdido…
jueves, noviembre 15, 2012Artículo Publicado en El Mundo
10 de Octubre de 2012
Para muchos, la tarde de ayer era el momento de la consagración de un torero como monumento al valor, al esfuerzo y al afán de superación. Para mi, era la forma más sencilla que tenía Juan de dar las gracias y devolver parte del apoyo y respeto recibidos.
Pone los pelos de punta el pisar los mismos terrenos donde estuviste a punto de perder la vida… ¡cuánto más emotivo y difícil será hacerlo para volver a enfrentarte con la muerte en la incierta cuerda floja que se tiende entre los dos pitones de un toro bravo! Ayer Padilla se volvía a vestir luces en Zaragoza para cerrar, de alguna forma, un círculo de sufrimiento y gloria como pocos han protagonizado en la historia del toreo. Lo inició en esa misma plaza con sangre y lo cerró con un triunfo merecido a lo largo de toda una vida de esfuerzo.
Es difícil imaginar un punto de partida peor que el que tenía Padilla en su cama del hospital de la Virgen de la Salud hace un año. Era imposible aventurar entonces un futuro como el que hoy ha sido capaz de construir a base de tesón y sufrimiento. En momentos de zozobra colectiva como los que estamos viviendo hoy los españoles, quizá sea bueno volver la vista a ejemplos como el que nos ha brindado Juan a lo largo de este año. Seguramente descubriéramos que nuestro futuro está en nuestras manos, que nada está definitivamente ganado o perdido y que la ilusión, entendida como motor que nos hace superar las dificultades, unida a un esfuerzo comprometido, es más que suficiente para emprender el camino de la recuperación.
Es posible que a Juan le hubiese sorprendido el fracaso o la misma muerte a lo largo del trayecto que ha recorrido durante este año, pero le habría encontrado con la cabeza alta y henchido por la dignidad y el legítimo orgullo de haber enfrentado sus problemas con las armas que Dios le puso en las manos. Ya Ortega decía que era imposible entender a España sin entender las corridas de toros. Ojalá esa misma España, que consiguió superar momentos históricos más difíciles que este, sea también hoy capaz de levantarse como lo hizo Juan, abandonando la autocompasión y haciendo gala de esos mismos valores, para superar la adversidad que nos tiene ahora mismo atenazados, con el firme convencimiento de que, todos juntos, podemos.
Manda «alimento que proviene de la gallina cubierto por una cáscara dura» que sea una antitaurina la única que vaya a comentar este artículo pero, a base de seguir el sufrimiento y la convalecencia de este torero he sabido extrapolar lo que usted escribe sobre y para él. Y, si soy fiel a este argumento yo también considero a esta persona como un ejemplo de superación de adversidades, pero sólo separando al torero del hombre, que es la única manera que me permite entenderle y hasta preocuparme. Lo bueno de atender las experiencias de otro es saber «sacarlas de sus cuerpos» y ponerlas enfrente tuyo para entenderlas y aplicárselas a uno mismo e incluso a los demás, si es que se tiene un mínimo de interés en tratar de ser comprensivo con todo el mundo…
Espero que las Fiestas estén siendo tranquilas y que el Presidente del Gobierno con «sonrisa de papá» esté bien. Que el Nuevo Año le traiga todo aquello que el 2012 olvidara concederle. Feliz Navidad y Próspero Año
Os mando nuestro mas sentido pesame, el mio propio y el de ma familia.
Le apreciamos y le queiamos.
Nos esperar en el cielo.
Recebir un fuerte abrazo.